Guillermo Keys-Arenas (1928-2006):
simplemente excepcional
Alberto Dallal
dallal@servidor.unam.mx
Referencias
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En excepcionales ocasiones
una sola figura artística logra conjuntar con iguales
talento y éxito las características del ejecutante,
el maestro, el organizador y el coreógrafo. Pero asimismo
extraordinaria es la figura dancística cuya versatilidad
le permita penetrar fructíferamente en los campos
de la danza clásica, la danza moderna, la danza folclórica
y la danza del espectáculo teatral y operístico.
Un artista mexicano reunió en una sola trayectoria
brillante y profesional todos estos aspectos y características
de la danza de su tiempo, acción por la cual se convirtió en
el paradigma varón de las secuencias históricas
de la danza mexicana e internacional que le tocó vivir...
Guillermo Keys-Arenas nació en El Ébano,
San Luis Potosí,
el 28 de enero de 1928. Desde los ocho años ingresó en la Escuela
Nacional de Danza de Nellie y Gloria Campobello, lugar en el cual comenzó a
satisfacer sus necesidades expresivas de teatro y danza que había mostrado
desde muy pequeño. Allí fueron sus maestros, entre otros, Estrella
Morales, Pedro Rubín, Gloria Campobello. Terminados sus estudios de danza,
comenzó a cursar una carrera de tipo bancario pero regresó al mundo
del arte al ingresar en el Ballet de la Ciudad de México, fundado por
las Campobello, en donde permaneció entre 1945 y 1947.
Becado en el Ballet Arts School del Carnegie Hall de Nueva York, estudió con
Marian Ladre, Vera Nemtchinova, Yeichi Nimura, Lisan Kay y Edward Caton pero
fundamentalmente con Vladimir Dokowdowsky (1947-1948). Fue miembro del Ballet
de Delsy Dambré (1949-1951) y de la Academia de la Danza Mexicana (1948-1956).
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Tanto su calidad interpretativa como física atrajo a variados
coreógrafos para que Keys-Arenas se desempeñara notablemente en
papeles de carácter. Comenzó a dar clases desde muy joven. Becado
por la Rockefeller Foundation estudió en la Summer School of Dance de
Connecticut, Estados Unidos, entre otros con Hanya Holm y Muriel Stuart pero
con Martha Graham y José Limón como maestros fundamentales. Obtuvo
importantes papeles en compañías de ballet y de danza moderna y
contemporánea. Participó plenamente en el Movimiento Mexicano de
Danza Moderna (1940-1965). Estudió danza moderna en México con
Anna Sokolow y Xavier Francis y también interpretó varias de las
coreografías de cada uno.
Simultáneamente a sus trabajos profesionales tomó clases, entre
otros, con Olga Preobrajenska, Serge Peretti (becado por el gobierno francés
en Francia e Italia, principalmente en la Escuela de Ballet de la Ópera
de París), José Limón, Martha Graham y Doris Humphrey (en
México y Estados Unidos). En Estocolmo estudió con Mary Speaking,
Nina y Albert Koslowski, en la Compañía de Ballet de la Ópera
de Estocolmo. También estudió en el Sadler’s
Well Ballet de Londres con Ninette de Valois como una de
sus principales profesoras.
Ya sea como bailarín, coreógrafo, maestro u organizador (a veces
todo esto simultáneamente), colaboró y participó activamente
en el Ballet Concierto de México (donde fue director artístico,
1959-1962), Ballet de Guatemala (1967-1968), Ballet Español de Roberto
Iglesias (1957-1958), Ballet Folklórico de Guatemala, Ballet Folklórico
de México (donde fue coordinador artístico, 1969-1975). Con esta
compañía recorrió la República mexicana, Estados
Unidos, varios países de Europa, Nueva Zelanda y Australia. En 1974 actuó por
primera vez en el Festival Folklórico de Sidney, Australia, y en 1979
fue seleccionado para organizar y presidir el Shell National Folkloric Festival
que tuvo como sede las instalaciones de la Ópera de Sidney. Se ofrecieron
festivales por primera vez en las ciudades de Melbourne, Perth, Adelaide, Darwin
y Brisbane. El festival duró hasta 1994.
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En 1979 fue seleccionado para representar a México, no obstante
que se hallara radicado en Australia, como juez internacional para el primer
Concurso Internacional de Ballet, USA International Ballet Competition (USA IBC).
En 1979 fue nombrado director y productor del Festival Folklórico Nacional
Shell de Australia (que dirigió hasta 1994), uno de los más importantes
del mundo en su modalidad. Aunque desde 1974 radicó en Sidney, Australia,
impartió cursos y montó obras tanto en ese país como en
otros del mundo, especialmente para la Bat-Dor de Tel Aviv, la Ópera
Australiana y la Sydney Dance Company.
Notablemente, Keys-Arenas frecuentó profesionalmente casi todos los géneros
de danza del mundo. En marzo de 2000 actuó en el acto primero de la versión
que Graeme Murphy montó para el Cascanueces del
Australian Ballet, dentro del grupo de “emigrantes” que desempeñaron
asimismo otros veteranos artistas de la danza australiana.
Sus obras coreográficas fueron: Fecundidad (1949), Don Juan (1949), Mozartiana (1951), El
chueco (música especialmente compuesta de Bernal Jiménez,
1951; la ambientación recreada por Keys-Arenas habría de convertirse
en el pan nuestro de cada día en la creatividad novelística, cinematográfica
y teatral de años posteriores. Mezcla de imágenes autobiográficas
y de análisis psicosocial, El chueco representa
la introducción
del tema citadino del barrio popular en la danza moderna
mexicana.), Muros
verdes (colectiva, 1952), La poseída (1953), Tienda
de sueños (1955), Nubes y fiestas (1957), La noche de
los mayas (1960), Adagio (1960), El reyecito (1960), Mi
nana (1961), Rondó (1975).
Destacan también sus montajes para danza española: La alborada
del gracioso (1957), Corrido (1959), El rejoneador (1959), Danza
con temas cortos y una pausa (con Sonia Amelio, 1968).
Para ballet de cámara: Diálogo de tres hermanas (1965), Los
pícaros novios (1965).
Recibió los siguientes trofeos: Medalla de oro y diploma, Festival Mundial
del Folklore, Guadalajara, 1972; Medalla y diploma “Una vida en la danza”,
1988.
La enorme labor de Guillermo Keys-Arenas como director artístico, ballet master,
coreógrafo, director, productor (empresario) y ejecutante y maestro incluye
trabajos para las siguientes compañías: The Dance Company of New
South Wales: coreografía: Rondó Caprichoso (Saint
Saens), 1974-1976. Dance Concert Limited, 1975-76: coreografía: Danzas mexicanas. West
Australian Ballet, coreografía: Every Day Saturday, 1976.
Kolobok Dance Company, Melbourne, maestro y coreógrafo
de repertorio mexicano, 1978. Ballet Victoria, maestro invitado,
1978. Sydney Opera House Trust, ejecutante en Christmas at the Opera House, 1978-1982.
También colaboró con
Australia Dance Theatre, The Queensland Ballet, The World
of Dance Festival de Brisbane, Australian Opera Company (1976
a 1990), Sydney Marionettes Theatre Company (1978), Sydney
Theatre Company, National Institute for Dramatic Arts, Sydney
Dance Company, Australian Ballet, Art Gallery of New South
Wales, Queensland Opera Company, The Australian Ballet School
(19980-1992), The University of Western Sydney Arts Faculys
School of Dance.
También colaboró como coreógrafo
en las siguientes obras: El
bolero de Raquel, film mexicano de 1963. Los amigos, film mexicano
de 1965. Aida, ópera, 1972. Los cuentos de Hoffman, 1972. Janufa, 1976. Carmen, 1976. La
Traviata, 1977. La viuda alegre, 1977. Reina de espadas, 1978. Orfeo
en los infiernos, 1954. Sueño de una noche de verano, 1956.
La buena mujer de Sechuan, 1968. El círculo de tiza caucasiano, 1978.
Camino Real, 1979. Yo Colón, 1953. Viaja el amor, 1953.
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Colaboró con las siguientes
compañías
a través
de su carrera: Ballet Folklórico de México
(coordinador artístico,
1963-1966, 1968-1973); Ballet Español de Rosario y
Antonio (stage
manager, 1966); Choreographers Workshop (1950); Ballet
Español de
Roberto Iglesias (ballet master, coreógrafo,
ejecutante, gira por Canadá, Cuba, Cuazao, México,
Puerto Rico, Venezuela, 1957-1960); Bat-Dor Dance Company,
Tel Aviv, Israel, 1975; Ballet Clásico de Guatemala,
director, maestro y ejecutante en varias ocasiones durante
la década de
los sesentas; Escuela Nacional de Danza de El Salvador, coreógrafo
y maestro invitado, durante los sesentas; Compañía
de Danza de Pilar Gómez,
ejecutante invitado durante los setentas; Dance Circle YM&YW,
coreógrafo
y ejecutante, 1950; Royal New Zeland Ballet; Wellington New
Zeland, maestro invitado en los setentas y coreógrafo
del Huapango de
Moncayo en 1976; Universidad de Shanghai, China, maestro
invitado y coreógrafo en 2002.
El proceso de globalización y la enorme vuelta de tuerca que ocurrió en
la organización de la cultura y el arte mundiales, incluyendo la participación
de la empresa privada en todo el mundo, resolvieron la carrera de Keys-Arenas
de una manera operativa y generalizada: su paso profesional por todas las actividades
de la danza y por todos los géneros dancísticos lo convirtió en
paradigma de las andanzas de un tipo universal de bailarín, maestro, coreógrafo
y organizador.
La coreógrafa mexicana Nellie Happee afirma: “Con Guillermo me tocó compartir,
cuando niños, los primeros estudios de ballet, hacer pareja como jóvenes
ejecutantes y más tarde actuar como intérprete de sus obras. ¿Ya
lo soñaba yo con las cuentas de El chueco? También, gracias
a su generosidad, no tuvo empacho en compartir sus amistades. Conocí en
París a personas muy valiosas del medio artístico que enriquecieron
mi vida artística… Guillermo pudo vivir en tres continentes y en
cada uno de ellos dejó una honda huella artística y humana…”
En el 2003 viajó a México para dictar varias
conferencias y recibir un homenaje en su estado natal, San Luis Potosí.
Murió en
la ciudad de Sydney, Australia, a las 22.15 horas del martes
31 de enero de 2006, hora local; 6.15 hora de México.
Bibliografía y hemerografía: Alberto Dallal: “Guillermo Keys
Arenas: modelos en el desarrollo de la danza de concierto del siglo XX en México.
Los primeros años”, Anales del Instituto de Investigaciones
Estéticas, UNAM, núm. 73, 1998. pp.
161-184.
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Su gran amigo, el actor australiano
Harry Haythorne, nos indica cuáles eran las enormes
tareas que Keys-Arenas se adjudicó en el
gran festival folclórico que dirigió durante
muchos años: “No
contento con aprobar y seleccionar los grupos propuestos
por las comunidades y étnias, y después de
colocarlos en el programa mediante un orden arbitrario, determinó que
cada grupo expresara y representara sus excepcionales herencias
culturales con la mayor ventaja posible. Trabajaba con cada
uno aisladamente hasta alcanzar un resultado notablemente
profesional; se desplazaba por todos los barrios de la ciudad
y sus suburbios para localizar los grupos de aficionados
para delinear los niveles de las representaciones a los cuales
debería
aspirar cualquier compañía profesional. Era
una tarea gigantesca pues los integrantes de los grupos tenían
que ensayar en sus tiempos libres, una vez cubiertas sus
actividades profesionales y sus empleos. Consecuentemente él
trabajaba durante meses enteros en los cuales aconsejaba
e investigaba en torno a las vestimentas y a las disciplinas
escénicas. Algunos de estos grupos
fueron visitados tantas veces que alcanzaron los niveles
más altos en
sus presentaciones. Aunque puso haberse convertido en un
maestro irascible, desplegó siempre
un tanto y una paciencia notables y jamás ofendió a
nadie que le entregara sus esfuerzos y tiempo, sacando de
los bailarines habilidades que justificaban todo el trabajo.
Los grupos participantes, durante el festival, se presentaban
en un orden tal que podían brillar y enorgullecerse
de sus actuaciones, siempre completando o contrastando con
los grupos que precedían o que
seguían… El impacto de la presencia de Guillermo
en Australia por más de cuarenta años. Se ha
sentido y se ha hecho notar no sólo
por su trabajo en la comunidad dancística sino también
por sus esfuerzos para que los australianos aprecien y entiendan
de mejor manera las danzas folclóricas, la música
y las artes decorativas que caracterizan a muchos de los
grupos étnicos que componen la sociedad australiana.
Entregó una
visión profunda y amplia, significativa, de lo que
es el multiculturalismo y los beneficios que cualquier sociedad
puede aprovechar del fenómeno…”
Comentarios
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Guillermo Keys-Arenas, gracias al conocimiento
que desde niño tuvo de su vocación, se adelanta
en muchos aspectos a las características de la danza
mexicana de su tiempo. En primer lugar, resulta profesional
en el más completo sentido del término: realiza
los estudios indispensables, capacita su cuerpo para emprender
la profesión, realiza estudios en disciplinas complementarias
(historia del arte, del arte del espectáculo, música,
etcétera), desde muy joven trabaja en una compañía
profesional, transita por todos los géneros dancísticos
posibles, jamás deja de “tomar clases” con
las más idóneas personalidades y, por último,
guarda especial cuidado de pertenecer a medios profesionales,
no obstante la variedad de los géneros. Gracias a
su versatilidad transita de la ejecución a la creatividad
coreográfica, a la enseñanza como maestro y,
lo que es muy importante, a la organización de compañías
y grupos. Cubre todo el espectro posible de ocupaciones.
En todas ellas descuella, al grado de que ya en 2004 es convocado
por una compañía universitaria china, en donde
imparte cursos y pone coreografías. Jamás perdió el
contacto con su país, aunque haya decidido vivir en
Sydney, Australia, desde los años setenta. Su conciencia
profesional le permitió conformar un archivo personal
que da fe de su paso por la danza de México y el mundo
de una manera notable. Guardó amistad con personajes
del arte mundial, como el gran pianista Sigui Weinsenberg,
entre otros muchos. Guardó correspondencias durante
mucho tiempo con todos esos amigos que supo hacer profesional
y cálidamente.
Inserción en Imágenes: 31.01.06. |